Archivo por meses: julio 2014

Heridas

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Este notable documento fue escrito por el Dr. Norman Bethune, poco antes de su muerte por envenenamiento de sangre, mal que contrajo operando a un soldado chino herido en la guerra. Norman Bethune, médico canadiense, se presentó como voluntario internacionalista al ejército rojo en China, durante la Guerra de Liberación, donde trabajó hasta su muerte en diciembre de 1939.

Heridas que parecen pequeños charcos resecos, apelmazados con tierra; heridas de las que cuelgan partes destrozadas por la cangrena; heridas cuyo aspecto limpio disimulan el absceso profundo que se esconde dentro y alrededor de los músculos rígidos y bien desarrollados, como un río maldito, un torrente de fuego que atraviesa la carne; heridas que se abren como orquídeas podridas, clavos secos, triturados, horribles flores de carne; heridas que vomitan sangre en coágulos, mezclados con siniestras burbujas de gas flotando en la sangre fresca de la persistente hemorragia secundaria.

Vendajes puestos hace mucho tiempo, sucios y malolientes, en los que la sangre se pegó a la piel. Cuidado. Mejor humedecerlos primero. Vendar toda la pierna. Mantenga la pierna levantada. ¡Mira! Parece un gran calcetín, flojo, de color rojo. ¿Qué tipo de calcetín? Calcetín de Navidad. ¿Qué es de aquel hueso bonito y fuerte? Partido en doce pedazos. Péguelos con los dedos; blancos, parecen dientes de perro -afilados, agudos. Ahora mire. ¿Hay algún pedazo? Si, aquí. ¿Todo? Sí. ¿No! Aquí hay un pedazo. ¿Estará muerto este músculo? Apriételo. Y, está muerto. Vamos córtelo. ¿Cómo se podrá curar? ¿Cómo estos músculos, hasta entonces fuertes -ahora rotos, destruidos, escombros de músculos- van a recuperar aquel vigor, aquel poder? Contraer, relajar. ¡Extraordinario! Ya se acabó. Se acabó todo. Hoy estamos destruidos. ¿Qué hacer de nosotros?

El siguiente. ¡Pero es un niño! Diecisiete años. Herido de bala en el vientre. Cloroformo. ¡Rápido! Gases saliendo de la cavidad peritoneal abierta. Olor de heces. Intestinos distendidos en espirales de color rosa. Cuatro perforaciones. Vamos a cerrarlas. Sutura. Pase la esponja por la pelvis. Sonda. Tres sondas. Es difícil de cerrar. Manténgalo caliente. ¿Cómo? Meta aquellos instrumentos en el agua caliente.
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Naturfilosofía de los primeros filósofos

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Pensar y proceder de acuerdo a la naturaleza de las cosas: justamente en esto se encierra toda la sabiduría de las primeras concepciones teórico-filosóficas. Sabiduría, unida a la comprensión de que hacer esto no es así de fácil y sencillo, de que el pensamiento y la reflexión exigen del hombre inteligencia, voluntad y valor para mirar de frente a la verdad, no importa cuán desconsoladora le pudiera parecer. Este credo originario de la filosofía, formulado posteriormente por Spinoza como su divisa (“no llorar, no reírse, sino comprender”) trasluce con suficiente claridad a través de los ropajes verbales de cualquier sistema temprano de la antigua Grecia.

En Heráclito no hay la más mínima referencia a algún “logos” peculiar, diferente del Logos Universal, de la actividad del alma, del ser animado. El hombre desde el principio mismo está incluido en los ciclos de fuego de la naturaleza, y, quiéralo o no, él sigue su inexorable movimiento. El alma racional, comprendiendo esta situación independientemente de ella, actúa en correspondencia con el “Logos”. La irracional, al no percibirla, busca ansiosamente, se esfuerza en vano en mantenerse en lo suyo, pero de todas formas es arrastrada por el curso de los acontecimientos universales. Sabiduría expresada también en el aforismo de aquellos tiempos: el destino deseado conduce, el indeseado arrastra, y con esto no hay nada que hacer.

Análoga es la solución de Demócrito: el “alma” es una partícula de la naturaleza, formada por aquellos mismos “átomos” que forman cualquier otra cosa en el cosmos, acaso solo más movible, y, por tanto, su actividad transcurre según las mismas leyes, que las de la existencia de cualquier otra “cosa”, de cualquier otro conjunto de los mismos átomos…

En esencia, la misma significación tiene también la famosa tesis de Parménides: “Es uno y lo mismo la idea y lo que ella piensa”. Aquí no había y no podía haber todavía el sentido refinadamente idealista que la misma fórmula tendrá más tarde, en Platón, en los neoplatónicos, en Berkeley, Fichte o Hegel. Aquí, por supuesto, no había nada similar. E incluso Hegel, tan virtuoso en transformar a todos los brillantes pensadores del pasado en predecesores de su concepción de la relación del pensamiento hacia el ser, se ve necesitado de constatar que la visión de Parménides sobre la sensación y el pensamiento “puede a primera vista parecer materialista» (Hegel: Obras, M. 1932, t. 9, p. 225 (en ruso)). Así parece a primera vista, y a segunda, a tercera, solo si no se le adosan interpretaciones formadas muy tardíamente, puesto que la cuestión aquí se planteó de manera perfectamente clara como la cuestión sobre la relación de una de las capacidades de “lo muerto” (una diminuta partícula del “ser”) hacia todo el “ser” restante, y se resolvió clara e indiscutiblemente en el sentido de la correspondencia del conocimiento con aquello que es en realidad. La razón pensante (en contraposición con “la vista engañosa y el zumbido del oído obstruido”) por su propia naturaleza es de tal forma que no puede engañarse, no puede expresar aquello que no es en realidad, sino que es expresión de aquello que es. ¿Y qué “es”? Esto lo resuelve la razón.
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El pensamiento de Mao Tse-Tung: Tercera etapa del Marxismo-Leninismo

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El pensamiento de Mao Tse-tung constituye una tercera etapa en el desarrollo del marxismo-leninismo. Esta definición es de la mayor importancia revolucionaria en el presente. Así como la aceptación del leninismo, como segunda etapa del marxismo en la época monopolista del capitalismo, sirvió de piedra de toque para diferenciar a los revolucionarios auténticos, de los oportunistas y revisionistas de la segunda década del siglo XX, hoy por hoy la comprensión de que es el Maoísmo el que da respuesta a los principales problemas revolucionarios contemporáneos que enfrenta el proletariado, será decisiva. La aceptación y comprensión de este hecho y la aplicación de las enseñanzas de principio contenidas en el pensamiento de Mao Tse-tung a la práctica revolucionaria, permitirá también en la actualidad diferenciar a los verdaderos revolucionarios proletarios, de los oportunistas de «izquierda» y de los revisionistas contemporáneos.

Al plantear la afirmación que constituye el tema de este artículo, no nos estamos refiriendo a un problema que ya nadie discute, es decir, al hecho de que Mao Tse-tung realizó una genial y creadora aplicación del marxismo-leninismo a las condiciones concretas en que se desenvolvió la Revolución China, o al hecho también reconocido de que Mao desarrolló en forma más profunda algunos conceptos ya planteados por Marx, Engels o Lenin, enriqueciéndolos, además, con nuevas ideas. Estamos afirmando que el pensamiento de Mao Tse-tung inaugura una nueva etapa en el desarrollo del socialismo científico.

El concepto de etapas en el desarrollo del marxismo no puede ser un concepto arbitrario, que tienda a confundir cualquier aporte a él, por correcto que sea, con una etapa superior en su desarrollo. Sólo pueden considerarse como una etapa nueva en el desarrollo del marxismo aquellas concepciones que dan una respuesta correcta a cambios fundamentales acontecidos en la lucha de clases del proletariado contra la burguesía; a teorías que responden a modificaciones de importancia ocurridas en la forma como se manifiesta la contradicción básica de la sociedad capitalista, la contradicción entre la burguesía y el proletariado.

La idea de etapas en el desarrollo del marxismo es una idea inseparable de la naturaleza materialista y dialéctica del socialismo científico. El carácter materialista y dialéctico con que el marxismo concibe la realidad, lo obliga a aplicar de un modo diferente ciertos conceptos básicos y a formular nuevos conceptos, cuando así lo exigen cambios esenciales en la lucha de clases del proletariado contra la burguesía. Esta necesaria profundización y ampliación del marxismo en consonancia con los cambios objetivos importantes, no debe confundirse con la falsificación del marxismo que realizan los revisionistas. Estos oportunistas abandonan principios básicos del marxismo y los tergiversan -sin ningún fundamento en la realidad- para cumplir su papel de sirvientes de la burguesía, desorientando a las masas explotadas.
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La Guerra Ruso-Finesa

Guerra de Invierno

 

Al fortalecer sus fronteras occidentales, la Unión Soviética partía del principio de que, aunque la guerra había comenzado entre Estados imperialistas, la amenaza de una intervención anti-soviética, lejos de disminuir, aumentaba. Testigo de esto, bastante convincente, fueron los éxitos relacionados con el conflicto ruso-finés, en el invierno de 1939-1940.

Los círculos reaccionarios finlandeses, de acuerdo en transformar Finlandia en una plaza de armas anti-soviética del imperialismo internacional, amenazaban la seguridad de las fronteras noroccidentales de la URSS. No sólo rechazaron la propuesta de la URSS de firmar un pacto de asistencia mutua entre ambos países, sino que a finales de 1939, provocaron la guerra con la URSS.

El comienzo de las hostilidades entre la URSS y Finlandia fue recibido con gran entusiasmo por todos los impulsores de la intervención contra la URSS, que aspiraban aprovecharse de este conflicto para desencadenar la guerra anti-soviética. En el campo imperialista se levantó una ola de agitación antisoviética desenfrenada.
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Shostakovich, Prokofiev y la música clásica en la URSS

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Dos de los mayores nombres de la música clásica mundial del siglo XX tuvieron su proyección en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), y, más concretamente, en la URSS de la época de Stalin: Dmitri Shostakovich y Sergei Prokofiev.

Dmitri Shostakovich Dmitriyevich (25/09/1906 – 09/08/1975), de nacionalidad rusa, es responsable de una de las más bellas sinfonías de todos los tiempos: la Sinfonía No.7, también llamada Leningrado. Esta sinfonía se empezó a componer en julio de 1941, cuando la ciudad de Leningrado fue cercada por los nazis. Él y su familia fueron evacuados a tiempo por el Ejército Rojo, permitiendo así que finalizase su gran obra en diciembre de ese año. Richard Whitehouse, crítico musical y autor de varios libretos para el sello discográfico Naxos, afirmó que pocas sinfonías desde la 5ª Sinfonía de Beethoven habían atraído tanta especulación extra-musical como la 7ª Sinfonía de Shostakovich.

 

Dmitri Shostakovich

 

En el momento del estreno de la obra, que fue transmitida en directo en toda la URSS, en marzo de 1942, Shostakovich se dirigió al público con las siguientes palabras: «…el artista soviético nunca se quedará al margen del enfrentamiento histórico que se produce en este momento entre la razón y el oscurantismo, entre la cultura y la barbarie, entre la luz y la oscuridad… dedico mi 7ª Sinfonía a nuestra lucha contra el fascismo, a nuestra inminente victoria sobre el enemigo, a mi ciudad natal, Leningrado«.
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Cómo la revolución maoísta erradicó la drogadicción en China

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¿Cómo puede el pueblo liberarse de la drogadicción?

Actualmente en los EEUU, acabar con los problemas de drogadicción aparenta ser imposible. El sistema proclama estar «luchando contra las drogas»: policía, nuevos medicamentos, religión, nuevas terapias, campañas de «Di No»… Pero a pesar de todo esto, el problema de las drogas no acaba de solucionarse, mientras que los agentes armados de la policía acosa y embrutece a la población.

¿Por qué? Porque este sistema caníbal potencia el uso de drogas, y porque fuertes influencias dentro del sistema se benefician de la venta de drogas. La producción, transporte y venta de droga es un negocio que mueve varios billones de dólares controlado por las altas esferas del capitalismo, que tienen conexiones a lo largo del gobierno norteamericano, la CIA y la policía. Mientras tanto, los altos mandatarios de este sistema culpan a la población por el «problema de la droga», especialmente a los jóvenes de los ghettos más pobres.

 

EL MAOISMO DICE: ¡TODA LA OPRESION, INCLUSO LA DROGADICCION,ES ALGO QUE PODEMOS ANIQUILAR!

 

¿Cómo lo sabemos? Porque después de la Revolución Maoista en China, en 1949, el propio pueblo liderado por el Partido Comunista de China usó los métodos maoistas para terminar con la drogadicción. Esta experiencia y estos métodos tienen especial relevancia en el mundo actual.
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1948: El año en que fue robada la tierra palestina

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El dirigente del FDLP, Moutasem Hamadeh recuerda los 60 años de la Catástrofe Palestina

Equipo Resumen Latinoamericano Venezuela

El dirigente del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) Moutasem Hamadeh fue entrevistado en Caracas por «Resumen Latinoamericano» y explica la historia de la expulsión del pueblo palestino por parte de Israel, la injerencia de Estados Unidos en Medio Oriente y la actualidad de la resistencia que ya lleva 60 años.

Moutasem Hamadeh dice que en su infancia perdió su casa y que ahora sufre desde la primavera 1948 hasta la actualidad lo que se conoce mundialmente como Al-Nakba o Catástrofe Palestina.

Hamadeh es miembro del Buró Político del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) y director de la revista semanal «Al-Hourriah». Además, es autor de varios libros sobre la causa palestina y dirige la organización «Grupo 194», dedicada a los derechos de los refugiados palestinos expulsados de sus tierras.

Durante los aniversarios por los 60 años del Al-Nakba, Hamadeh estuvo en Venezuela realizando varias actividades junto al Centro Internacional Miranda y el Congreso Bolivariano de los Pueblos. En esos días fue entrevistado por Resumen Latinoamericano y se refirió a la historia de su pueblo, a las exigencias que se levantan internacionalmente contra Israel pero no son respetadas y al desarrollo de una resistencia que se vive a diario contra un país invasor sostenido por Estados Unidos.
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Terrorismo y sabotaje trotskista en la URSS: Encuentro en Berlín

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Desde el instante en que Trotsky abandonó la tierra soviética, los agentes de los Servicios de Inteligencia extranjeros estaban ansiosos de ponerse en contacto con él y hacer uso de su organización internacional antisoviética. La Defensiva polaca, la OVRA fascista en Italia, la Inteligencia Militar Finesa, los emigrados rusos blancos, que dirigían los Servicios Secretos antisoviéticos en Rumania, Yugoslavia y Hungría, así como los elementos reaccionarios con el Servicio de Inteligencia Británico y el Deuxieme Bureau francés, todos estaban
dispuestos a tratar para su propio provecho con el Enemigo Público Número Uno de Rusia.

Fondos monetarios, servicio de mensajeros y una red completa de espionaje, todo ello estuvo a disposición de Trotsky para el sostenimiento y desarrollo de sus actividades de propaganda internacional antisoviética y para apoyar y reorganizar la maquinaria de conspiración dentro de la Rusia stalinista.

El hecho más relevante fué la creciente intimidad del líder con el Servicio de Inteligencia Militar en Alemania (Sección 11 B), que ya desde entonces, bajo la dirección del Coronel Walter Nicolai, colaboraba con Heinrich Himmler en la flamante Gestapo. . .

Allá por 1930 Kretinsky, agente de Trotsky, había recibido aproximadamente 2.000,000 de marcos de oro del Reichswehr alemán para costear las actividades trotskistas en la Rusia soviética, a cambio de los datos obtenidos por el espionaje trotskista y trasladados a la Inteligencia Militar alemana. Krestinsky reveló más tarde lo siguiente:

De 1923 a 1930 nosotros recibíamos anualmente alrededor de 250,000 marcos alemanes en oro, es decir, unos 2.000,000 de marcos. Al final de 1927 la estipulación de este acuerdo se llevaba a cabo principalmente en Moscú. Después, desde fines de 1927 hasta fines de 1928, en el transcurso de diez meses, hubo una interrupción en el dinero debido a que el trotskismo había sido aplastado, dispersado; no se sabía nada de los planes de Trotsky ni llegaban hasta nosotros informes o indicaciones de su parte… Esto continuó hasta octubre de 1928 en que me llegó una carta suya -entonces se hallaba exilado en Alma Ata… – que contenía sus instrucciones, según las cuales yo tenía que recibir de los alemanes un dinero que él se proponía entregar a Maslow o a sus amigos franceses: Roemer, Madeline Paz y otros. Me puse en contacto con el General Seeckt, que por entonces había renunciado a su puesto y no ocupaba ningún otro, que se ofreció para hablarle a Hammerstein y conseguir ese dinero, como efectivamente lo hizo. Hammerstein a la sazón era jefe del Estado Mayor en el Reichswehr, siendo ascendido en 1930 a General en Jefe del mismo«.

En 1930 Krestinsky fué designado Comisario Auxiliar de Asuntos Exteriores y trasladado de Berlín a Moscú. Su ausencia de Alemania, unida a la crisis interna que se estaba produciendo dentro del Reichswehr como resultado del creciente poder del nazismo, de nuevo detuvo temporalmente la salida de dinero alemán destinado a Trotsky, si bien este último se hallaba muy cerca de llegar a un nuevo y más amplio acuerdo con el Servicio de Inteligencia Militar en Alemania.

En febrero de 1931, su hijo, León Sedov, alquiló un apartamento en Berlín. Según su pasaporte, Sedov estaba allí como «estudiante”; ostensiblemente había venido a Berlín para asistir a «un Instituto científico alemán”, aunque existían razones más perentorias para su presencia en esa capital por aquel año…

Pocos meses antes su padre había escrito un panfleto titulado «Alemania: clave de la situación internacional«. Habían sido elegidos 107 diputados nazis al Reichstag. El Partido Nazi había obtenido 6.400,000 votos. Cuando Sedóv llegó a Berlín, en la capital alemana predominaba una especie de tensión, de expectación febril. Por las calles desfilaban tropas escogidas con camisas pardas y cantando el Horst Wessel, que destrozaban las tiendas de los judíos e irrumpían en los hogares y asociaciones de los obreros liberales. Las nazis se sentían confiados. «Jamás en mi vida he estado tan bien dispuesto, tan íntimamente contento como en estos días”, anotaba Adolf Hitler en las páginas de «Volkischer Beobachter«.

Oficialmente Alemania todavía era una democracia. El comercio entre Alemania y la Rusia soviética estaba en su apogeo. El Gobierno del Soviet compraba maquinaria a las firmas alemanas, y los técnicos de este país conseguían puestos magníficos en las empresas de minas y de electricidad de la U.R.S.S. Los ingenieros soviéticos visitaban Alemania, y los representantes del comercio de aquella nación, compradores y agentes comerciales, estaban viajando constantemente entre Moscú y Berlín, con asignaciones relacionadas con el Plan Quinquenal. Algunos de estos ciudadanos del Soviet eran seguidores o antiguos partidarios de Trotsky.

Sedov se hallaba en Berlín como representante de su padre, para gestiones de conspiración.

«León estaba siempre al acecho”, escribió Trotsky posteriormente en su panfleto «León Sedov: hijo-amigo-luchador«, «escudriñando ávidamente para apoderarse de los hilos que conectasen con Rusia, cazando a los turistas que regresaban, a los estudiantes soviéticos enviados al extranjero o a los funcionarios afines del Cuerpo Diplomático«. Su principal misión en Berlín consistía en relacionarse con los antiguos miembros de la Oposición, trasmitirles las instrucciones que Trotsky deseaba darles o recoger mensajes importantes de esos individuos para su padre. «Con el fin de no comprometer a su informante y de evadir a los espías de la GPU -continúa Trotsky sobre su hijo- los perseguía durante horas por las calles de Berlín«.

Un número de trotskistas de nota se las habían arreglado para conseguir puestos en la Comisión del Comercio Exterior del Soviet. Entre ellos figuraba Ivan N. Smirnov, ex-oficial del Ejército Rojo y antiguo miembro dirigente de la Guardia de Trotsky que tras de un corto período en el destierro, había seguido la estratagema de otros compañeros, es decir, había denunciado a su antiguo jefe y pedido que lo admitiesen de nuevo en el Partido Bolchevique. Como ingeniero de profesión, pronto obtuvo un puesto secundario en la industria del transporte, y a principios de 1931 fué designado ingeniero consultor en una misión comercial que se dirigía a Berlín.

A poco de su llegada se puso en comunicación con León Sedov. Durante reuniones clandestinas en el apartamento de este último y en cantinas y cafetuchos apartados de los suburbios, Smirnov se enteró de los planes de Trotsky para la reorganización de la Oposición Secreta en colaboración con los agentes de la Inteligencia Militar Alemana.

De ahora en adelante, le dijo Sédov, la lucha contra el régimen soviético debe asumir los caracteres de una ofensiva conjunta. Deben olvidarse las viejas rivalidades y diferencias políticas entre los trotskistas, los bukharinistas, los zinovievistas, los mensheviques, los socialrevolucionarios y demás grupos y facciones antisoviéticas, para formar una oposicion completamente unida. En segundo lugar, continuó, de ahora en adelante la lucha debe asumir también un carácter militante, debiendo iniciarse por toda la nación un vasta campaña de terrorismo y sabotaje contra el sistema odiado. Es preciso cuidar cada detalle, y mediante golpes de perfecto sincronismo y de extensa repercusión, la oposición debe prepararse para lanzar al gobierno de Stalin en una desmoralización y un desconcierto irremediables. Es entonces cuando podrá apoderarse del Poder.

La tarea inmediata encomendada a Smirnov era trasmitir las instrucciones de Trotsky con respecto a la reorganización del trabajo secreto y a la preparación del terrorismo y el sabotaje a los miembros de más confianza de la Oposición en Moscú. También tenía que tomar medidas para mandar a Berlín datos generales de información, los cuales serían entregados por los mensajeros trotskistas a Sedov, quien a su vez los pasaría a su padre. La contraseña que servía de identificación a los mensajeros era la frase «He traído saludos de Galia”.

A Smirnov le pidieron algo más: que mientras aun estuviese en esta ciudad tratara de ponerse en contacto con el jefe de una Misión Comercial Soviética que había llegado a Berlín, e informar a tal personaje que Sedov también se hallaba allí y deseaba verlo para un asunto de extrema importancia.

El jefe de esta misión comercial que habia venido de Rusia era T. Yuri Leonodovich Pyatakov, antiguo adepto y admirador de Trotsky.

Alto, delgado, bien vestido, con alta frente inclinada, tez pálida y perilla rojiza y bien recortada, este individuo parecía un profesor y no el conspirador veterano que realmente era. En 1927, después del proyectado putsch, Pyatakov habia sido el primer cabecilla trotskista que rompiera con su jefe y Solicitara la readmisión en el Partido Bolchevique. Hombre de reconocida habilidad para la organización y manejo de los negocios, logró conseguir varios empleos excelentes en Ias industrias soviéticas que se expandían rápidamente, inclusive cuando aun se hallaba exilado en Siberia. A fines de 1929 fué readmitido a prueba, luego ocupó sucesivas presidencias de juntas directivas en los proyectos formativos de industrias químicas y de transporte, y en 1931 ganó un escaño en el Supremo Consejo Económico, la principal institución soviética dedicada a formar planes, siendo ese mismo año envíado a Berlín como jefe de una misión comercial especial para la compra de equipos industriales alemanes destinados al gobierno de su país.

De acuerdo con las indicaciones de Sedov, Ivan Smirnov localizó a Pyatakov en su oficina de la capital alemana, comunicándole que el primero también estaba en Berlín y tenía para él un mensaje particular de su padre. Días más tarde se reunieron los dos individuos, y he aquí cómo Pyatakov relata el encuentro:

«No lejos del Jardín Zoológico de la plaza, hay un café que le llaman “Am Zoo”. Me dirigí allí y vi a León Sedov sentado delante de una pequeña mesa; nos habíamos conocido muy bien en el pasado. Dijo que no me hablaba en nombre suyo sino en el de su padre, y que éste, sabiendo que yo me encontraba en Berlín, le había dado órdenes categóricas de buscarme, verme y hablar conmigo personalmente. Afirmó que Trotsky no había desechado por un momento la idea de reanudar la lucha contra el mando de Stalin, que si bien reinaba una calma temporal, era debido en parte a los repetidos viajes del líder de un país a otro, pero que ya las hostilidades habían comenzado, lo cual quería hacerme saber éste por mediación de Sedov… Después me preguntó lisa y llanamente: “Mi padre quiere saber si usted, Pyatakov, intenta tomar parte en esta lucha. ¿Qué decide?». Di mi consentimiento«.

Sedov pasó entonces a instruirle sobre las líneas que Trotsky se proponía seguir para reorganizar la Oposición:

«…Pasó a bosquejar la índole de los nuevos métodos de lucha; no podía pensarse ni por un instante en desarrollar una lucha de masas, cualquiera que ésta fuese, de organizar ningún movimiento de masas, pero si así lo hacíamos lo íbamos a lamentar inmediatamente. Trotsky se pronunciaba firmemente por el derrocamiento forzoso del régimen de Stalin a través de procedimientos de terrorismo y sabotaje. Más adelante añadió que el jefe llamaba la atención sobre el hecho de que una lucha confinada en una sola nación resultaría absurda, y que no había posibilidad de evadir la cuestión internacional. Que en esta lucha debiamos preparar también la solución necesaria al problema internacional, o mejor dicho, de los problemas entre los Estados.
Cualquiera que relegue a lugar secundario estas cuestiones, concluyó Sedov repitiendo las mismas palabras de su padre, firma su propio testimnnitim paperatia«.

Pronto tuvo lugar una segunda entrevista entre ambos, y esta vez declaró Sedov: “Tiene que comprender, Yuri Leodonovich, que a pesar de que la lucha ya haya sido reanudada, se necesita dinero, y usted es el que puede proporcionar los fondos necesarios”. Después aclaró cómo podía hacerse semejante cosa. En su condición oficial como representante comercial del Gobierno soviético en Alemania Pyatakov podía situar tantas órdenes como fuese posible con las dos firmas alemanas Borsig y Demag. No tenía que ser «particularmente exacto en cuanto a los precios» al tratar estos asuntos, y además Trotsky ya tenía hecho un trato con Borsig y Demag. “Usted les pagará a ellos los precios más elevados -explicó Sedov- pero ese dinero servirá para nuestra labor«.

En 1931 también había otros dos oposicionistas secretos en Berlín, a los que este último puso a laborar en el nuevo aparato trotskista. Eran Alexei Shestov, ingeniero de la misión comercial que encabezaba Pyatakov y Sergei Bessonov, miembro de la Representación Comercial de la U.R.S.S. en esa ciudad.

Bessonov, antiguo socialrevolucionario, era un individuo rechoncho, de apariencia suave y trigueña, en la plenitud de los cuarenta. La Representación Comercial en Berlín, de la cual formaba parte, era la agencia comercial soviética más centralizada en Europa, ya que mantenía negociaciones de esta clase con diez naciones diferentes. Bessonov mismo se hallaba establecido permanentemente en la capital alemana, por lo que resultaba la persona indicada para servir de punto de enlace entre los trotskistas rusos y su desterrado líder. Se dispuso que las comunicaciones secretas de aquéllos, desde Rusia serían enviadas a Bessonov a Berlín, y que éste a su vez las trasladaría a Sedov o a Trotsky.

Alexei Shestov tenía una personalidad diferente, y el trabajo que le fué encomendado se avenía idealmente a su temperamento. Estaba llamado a ser uno de los principales organizadores de las células de espionaje y sabotaje alemán trotskista en Siberia, donde él era miembro de la Junta Directiva del trust del Carbón Oriental y Siberiano. Apenas había cumplido los treinta años. En 1923, siendo alumno en el Instituto de Minas de Moscú, se había sumado a la oposición trotskista, y en 1927 había dirigido una de las imprentas secretas de esa misma ciudad. Era delgado, de ojos claros y de disposición intensa y violenta, no obstante en su juventud había seguido a Trotsky con verdadero fanatismo, y le agradaba jactarse de haberse encontrado con él personalmente en varias oportunidades. Lo consideraba «el líder”, y en esta forma era como invariablemente se refería a Trotsky.

 

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«No vale la pena ponerse a esperar tiempos mejores«, le dijo Sedov al encontrarlo en Berlín. «Tenemos que actuar con todas nuestras fuerzas, emplear todos los procedimientos de que disponemos, en una política activa para desacreditar el gobierno y la política de Stalin«. Trotsky sostenía que la única vía correcta, difícil pero segura, era eliminar por la fuerza, o sea, por el terrorismo, a Stalin y a sus jefes del Gobierno. «Verdaderamente nos hemos metido en un callejón sin salida«, convino Shestov en seguida. «¡Hay que deponer las armas o planear un nuevo camino de lucha!»

Sedov le preguntó si conocía a un industrial alemán llamado Herr Dehlmann, contestando Shestov que sí lo conocía de referencias. Se trataba de uno de los directores de la casa Frolich-Klüpfel-Dehlmann, y muchos de los ingenieros de la firma estaban empleados en las minas del Oeste de Siberia, donde el propio Shestov trabajaba.

Continuó informándole que debía «ponerse en contacto con Dehlmann” antes de regresar a la Rusia Soviética. La empresa Dehlmann, explicó Sedov, pudiera ser de gran utilidad a la organización trotskista para su propósito de minar la economía del Soviet en Siberia. Herr Dehlmann ya estaba ayudando a pasar la propaganda y los agentes trotskistas a la Unión. En cambio, Shestov podía proporcionarle determinados informes referentes a las nuevas minas e industrias siberianas en las cuales estaba especialmente interesado el director alemán…

«¿Me está usted aconsejando tratar con la empresa?«, preguntó Shestov, «¿Y qué hay de terrible en ello?, repuso el otro, si ellos nos hacen un favor, ¿por qué no habríamos nosotros de hacérselo a ellos suministrándoles dichos informes?» “¡Usted me está proponiendo sencillamente que me convierta en espía!”, exclamó Shestov. Su interlocutor se encogió de hombros. “Es absurdo emplear esas palabras, replicó, en una lucha como ésta no es razonable tener tantos escrúpulos. Si acepta el terrorismo, si acepta la socavación destructiva de la industria, no puedo comprender en lo absoluto por qué usted no puede estar de acuerdo con esto que le propongo”.

Transcurridos pocos días Shestov habló con Emirnov y le contó la conversación que había tenido con el hijo de Trotsky:

Me ordenó entablar relaciones con la firma Frolich- Klüpfel-Dehlmann, le dijo, abiertamente me propuso entrar en relaciones con una empresa dedicada al espionaje y también al sabotaje en el Kuzbas, en cuyo caso yo tendria que convertirme en un espía y un saboteador”. «No siga lanzando palabras tan gruesas como esas de «espía” y «saboteador”, exclamó Smirnov, el tiempo vuela y es necesario actuar… ¿Qué es lo que le sorprende en esa posibilidad, tenida en cuenta por nosotros, de derribar el gobierno de Stalin movilizando todas las fuerzas contrarrevolucionarias en el Kuzbas? ¿Qué halla de terrible en reclutar agentes alemanes para este trabajo? No hay otro camino, y tenemos que aceptarlo”.

Shestov quedó en silencio hasta que su interlocutor le preguntó: “Bueno, ¿cuál es su parecer?”, «No tengo parecer personal”, contestó. «¡Hago lo que nuestro líder nos ha señalado, prestar atención y esperar órdenes!

Antes de abandonar Berlín, Shestov se entrevistó con Herr Dehlman, director de la casa alemana que financiaba a Trotsky, y fué enganchado en el Servicio de Inteligencia Militar en Alemania con el seudónimo de Aloysha. A propósito de esto escribió:

«Me entrevisté con el director de esta firma, Dehlmann, y con su ayudante Koch, y cuanto conversamos allí se puede resumir como sigue: en primer lugar, había que continuar suministrándoles informes secretos por medio de los representantes de la firma Prolich- KIüupfel-Dehlmann que trabajaban en la Represa de Kuznetsk, los cuales colaborarían junto con los trotskistas en la organización de diversas labores de destrucción. También se habló de que la empresa a su vez nos ayudaría y nos enviaría más gente para las necesidades de nuestro movimiento… nos ayudarían en todos sentidos a llevar a los partidarios de Trotsky al poder«.

Al volver a la Rusia Soviética trajo una misiva que Sedov le había dado para Pyatakov, quien había ya regresado de Moscú. Shestov la había escondido en la suela de uno de sus zapatos, y la entregó al interesado en la Comisaría de Industrias Pesadas. Era del propio Trotsky, escrita desde Prinkipo, y delineaba las «tareas inmediatas” que confrontaba la Oposición en el Soviet.

La primera de esas tareas consistía en «utilizar todos los medios posibles para hacer caer a Stalin y sus asociados«. Quería decir terrorismo.

La segunda consistía en «unificar todas las fuerzas antistalinistas”. Quería decir colaboración con la Inteligencia Militar alemana y con cualquier otra fuerza antisoviética capaz de laborar con la Oposición.

La tercera tarea era «contrarrestar todas las medidas que tomaran el Gobierno y el Partido soviéticos, especialmente en el terreno económico”. Quería decir sabotaje.

Pyatakov sería el primer lugarteniente de Trotsky. encargado de toda la maquinaria conspirativa dentro de la Rusia Soviética.

 

Asesinato en México

Para Trotsky fué un golpe muy duro la catástrofe final de la Quinta Columna rusa con el juicio del Bloque de Derechistas y Trotskistas en Moscú. En sus escritos empezó a dominar un acento de desesperación y de histeria, y su propaganda contra la Unión Soviética se volvió cada vez más temeraria, contradictoria y estrafalaria, mencionando constantemente su «propio acierto histórico». Sus ataques contra José Stalin perdieron toda apariencia de cordura: escribía artículos donde afirmaba que el famoso líder soviético encontraba un placer sádico en «echar el humo en la cara de los niños”. Por momentos este odio que le consumía se tornaba la fuerza dominante de su existencia; puso a sus secretarios a colaborar en una «Vida de Stalin«, maciza y vituperadora, de 1.000 páginas.

En 1939 Trotsky estaba en contacto con el Comité Congresional que dirigía Martin Dies, representante de Texas. Este Comité, cuyo propósito original era la investigación de actividades contrarias a las instituciones norteamericanas, se había convertido en una tribuna de propaganda antisoviética. A Trotsky se le acercaron agentes del mismo, quienes le invitaron a declarar como “testigo experto’ sobre la amenaza de Moscú. Fué citado en el New York Times del 8 de diciembre de 1939 con relación a su afirmación de que consideraba un deber político declarar en el Comité de Dies. Se llegaron a discutir planes para que Trotsky hiciera una visita a los Estados Unidos, si bien ellos no cristalizaron…

En septiembre de 1939 llegó a los Estados Unidos en el trasatlántico francés lile de Frunce un agente trotskista europeo que viajaba con el nombre de Frank Jackson. Lo había reclutado en el movimiento, cuando era estudiante de la Sorbona, una trotskista americana llamada Sylvia Ageloff. En ese año, 1939, se había conectado en París con un representante del Buró Secreto de la Cuarta Internacional, quien le informó que tenía que ir a México para trabajar como uno de los «secretarios» de Trotsky. Se le entregó un pasaporte que originalmente había pertenecido a un ciudadano canadiense, Tony Babich, miembro del Ejército de la República española, que había sido asesinado por los fascistas en España. Los trotskistas habían conseguido su pasaporte, le habían quitado la fotografía y en su lugar habían colocado la de Jackson.

Este se encontró a su llegada a New York con Sylvia Ageloff y con otros compañeros, siendo conducido a Coyoacán, donde debía laborar con Trotsky. Más tarde declaró Jackson a la policía de México:

«Trotsky me pensaba mandar a Rusia con objeto de organizar un nuevo orcen de cosas en la U.R.S.S. Me dijo que tenía que ir a Shangai en un avión chino; allí me reuniría con otros agentes en distintos barcos y juntos cruzaríamos el Manchukuo hasta llegar a Rusia. Nuestra misión consistía en desmoralizar el Ejército Rojo, así como efectuar varios actos de sabotaje en las plantas de armamentos y en otras fábricas«.

Jackson no llegó a ir nunca en su encomienda terrorista a la Unión Soviética. En la tarde del 20 de agosto de 1940, en la bien fortificada villa de Coyoacán, asesinó a su jefe León Trotsky, aplastándole la cabeza con un pico de alpinismo.

Cuando lo detuvo la policía de México, dijo que él quería casarse con Sylvia Ageloff y que Trotsky había prohibido este matrimonio. Los dos hombres habían discutido violentamente a causa de la muchacha. «En bien de ella, manifestó Jackson, decidí sacrificarme enteramente«.

En posteriores declaraciones dijo:

«…En lugar de enfrentarme con un jefe político que dirigía un movimiento por la liberación de las clases proletarias, me hallé con un hombre que sólo deseaba satisfacer sus necesidades, sus deseos de venganza y de odio, que no utilizaba la lucha de los obreros más que para encubrir su propia vileza y sus despreciables cálculos”.

«…En relación con esa casa que, como él muy bien dijo, había sido convertido en una fortaleza, muchas veces me pregunté a mi mismo de dónde le había venido el dinero necesario para acometer una obra semejante y quizás pudiera darnos la respuesta el cónsul de una nación extranjera que a menudo le visitaba…«.

«Fué Trotsky quien destruyó mi naturaleza, mi futuro y todos mis afectos. Me convirtió en un indivio que carecía de nombre y de patria, un instrumento. Me hallaba en un callejón sin salida… él me trituraría con sus manos como si hubiere sido de papel«.

La muerte de León Trotsky sólo dejó un candidato para el papel napoleónico en Rusia: Adolfo Hitler.

 

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Extraído del libro «La gran conspiración contra Rusia» de Michael Sayers y Albert E. Kahn.  Ed.Páginas, La Habana, Cuba, 1946.

La historia sionista – (The Zionist Story)

 

Palabras de Renen Berelovich, autor del documental: «He concluido recientemente un documental indepediente, La historia sionista, en el cual quiero presentar no sólo la historia del conflicto Israel/Palestina, sino que también las razones centrales del mismo: la ideología sionista, sus objetivos (pasados y actuales) y su firme control no solo de la sociedad israelí, pero también, y de modo creciente, de la percepción que los occidentales tienen del Oriente Medio.

Estos conceptos ya han sido demostrados en el excelente documental Ocupación 101, de Abdallah Omeish y Sfyan Omeish, pero en mi documental yo lo trato de la perspectiva de un israelí, exsoldado de la reserva y alguien que ha pasado toda su vida a la sombra del sionismo.

Espero que encuentren un momento para ver «La historia sionista» y, caso quieran hacerlo, siéntanse a gusto para compartirlo con otras personas.

He hecho este documental enteramente solo, sin ningún presupuesto, aunque me tenga esforzado para alcanzar elevados estándares profesionales. Ojalá que esta producción doméstica sea del interés de los espectadores»

Holodomor, el nuevo avatar del anticomunismo «europeo»

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Desde noviembre de 1917 se han sucedido sin descanso campañas anti-bolcheviques tan violentas como diversas, pero la de «la hambruna en Ucrania», iniciada en 1933, ha pasado a ocupar el primer puesto desde hace veinte años. Se desató cuando los grandes imperialismos, con Alemania y Estados Unidos al frente, ávidos desde el siglo XIX de saquear los inmensos recursos de Ucrania, se creyeron en condiciones de conseguirlo. La coyuntura sonreía al Reich en 1932-33, cuando el sur de la URSS (Ucrania y otras «tierras negras», el Norte del Cáucaso y Kazajstán) se vio afectado por una disminución considerable de las cosechas, así como el conjunto de la Unión, por dificultades de abastecimiento que provocaron el retorno a un estricto racionamiento. Grave «escasez», sobre todo durante la «soldadura» (entre dos cosechas), no específicamente ucraniana, según la correspondencia diplomática francesa; «hambruna» ucraniana, según los informes de 1933-34 de los cónsules alemanes e italianos, explotados por los Estados o grupos interesados en la secesión de Ucrania: Alemania, Polonia, con su mayor centro de agitación en Lwow, y El Vaticano.

Esta escasez, o esta hambruna, resultaba de fenómenos naturales y socio-políticos: a una sequía catastrófica se sumaron los efectos de la retención creciente de los abastecimientos (con sacrificio de ganado incluido) desde finales de los años 20 por los antiguos kulaks (los campesinos más ricos), rebeldes a la colectivización. Esta fracción, en lucha abierta contra el régimen soviético, constituía en Ucrania una de las bases del apoyo al «autonomismo», envoltorio semántico de la secesión en beneficio del Reich, de esta región agrícola reina de las «tierras negras», además de ser la primera cuenca industrial del país. El apoyo financiero alemán, masivo antes de 1914, se había intensificado durante la Primera Guerra Mundial, cuando Alemania convirtió a Ucrania, al igual que a los países bálticos, en base económica, política y militar del desmantelamiento del imperio ruso. La República de Weimar, fiel al programa de expansión del Kaiser, siguió financiando el «autonomismo» ucraniano. Los hitlerianos, en cuanto llegaron al poder, iniciaron sus planes para apoderarse de la Ucrania Soviética y todo el autonomismo ucraniano (los fondos policiales, diplomáticos y militares convergen en esto) se unió entre 1933 y 1935 al Reich, por esas fechas más discreto acerca de sus designios sobre el resto de Ucrania.

Efectivamente, por aquel entonces la URSS sólo controlaba Ucrania Oriental (Kiev-Jarkov), nuevamente soviética desde 1920, tras la secesión efectuada durante la guerra civil extranjera: grandes porciones de Ucrania le habían sido arrancadas o no atribuidas, a pesar de la pertenencia étnica de su población, a pesar de las promesas francesas, hechas en 1914, de entregar algunos despojos del imperio austro-húngaro a la Rusia zarista aliada, y a pesar del establecimiento en 1919 de la «línea Curzon». El imperialismo francés, uno de los dos directores (junto con Londres) de la guerra extranjera llevada a cabo contra los Soviets, y más tarde del «cordón sanitario» consecutivo a su fracaso, ofreció a Rumanía a partir de 1918 Besarabia (Moldavia, capital Kishiniev), ex territorio del imperio ruso, y Bukovina; Checoslovaquia recibió de entrada Rutenia Subcarpática; la Polonia de Pilsudksi, en 1920-21, Ucrania Occidental o Galitzia Oriental, antaño austriaca -capital Lemberg (en alemán), Lvov (en ruso), Lwow (en polaco), Lviv (en ucraniano)-, con la ayuda del cuerpo expedicionario francés dirigido por Weygand. Y todo esto a pesar de que la «línea Curzon» (nombre del secretario del Foreign Office) había considerado como «étnicamente» ruso este territorio, trasladando la frontera ruso-polaca 150 km al oeste de la Ucrania rusa: «Rusia» debía recibirla de sus aliadas, cuando éstas y los Blancos hubiesen expulsado a los bolcheviques, cosa que no se produjo en ningún caso.
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El «Eclesiastés» o el libro del capitalista

MoneyBags

 

Este libro(1) ha circulado entre las manos de muchos capitalistas, que lo han leído y anotado. He aquí algunas de sus anotaciones:

«No hay duda de que estos preceptos de la sabiduría divina serían mal interpretados por la inteligencia oculta de los asalariados. Opino que hay que traducirlos al volapük, o a cualquier otras lengua sagrada«. Jules Simon.

«Sería conveniente imitar a los doctores judaicos, que prohibían a los profanos la lectura del «Eclesiastés» del Antiguo Testamento, y no comunicar el «Libro del Capitalista» más que a los iniciados que tuvieran un millón«. Bleichroeder

«Un millón de francos o de marcos me parece una cantidad muy mezquina; propongo un millón de dólares«. Jay Gould

 

I – Naturaleza del Dios-Capital

1. Medita las palabras del Capital, tu Dios.

2. Yo soy el Dios que se alimenta de los hombres; me siento a la mesa en los talleres y consumo a los asalariados. Yo transformo en capital divino la vida miserable del trabajador. Yo soy el misterio infinito: mi sustancia eterna sólo es carne perecedera; mi omnipotencia sólo es debilidad humana. La fuerza inerte del Capital es la fuerza vital del asalariado.

3. Principio en los principios: por mí empieza toda producción, y en mí termina todo cambio.

4. Yo soy el Dios vivo, presente en todas partes: los ferrocarriles, los altos hornos, los granos de trigo, los buques, los viñedos, las monedas de oro y plata son los miembros dispersos del Capital universal.

5. Yo soy el alma inconmensurable del mundo civilizado, de cuerpo variado y múltiple hasta el infinito. Yo vivo en lo que se compra y se vende; yo intervengo en toda mercancía, y ni una sola existe fuera de mi unidad viva.

6. Yo resplandezco en el oro y apesto en el estiércol: yo alegro en el vino y abraso en el vitriolo.

7. Mi sustancia, acrecentada, incesantementem corre cual río invisible a través de la materia; dividida y subdividida hasta lo imposible, se encierra en las formas especiales adoptadas por cada mercancía y, sin cansarme, me transmito de una mercancía a otra; pan y carne hoy, mañana fuerza de trabajo del productor, pasado lingote de hierro, pieza de algodón, obra dramática, quintal de sebo, saco de estiércol. La transmigración del Capital no se detiene jamás. Mi sustancia no muere; pero sus formas son perecederas, acaban y pasan.

8. El hombre ve, toca, siente y paladea mi cuerpo; pero mi espíritu, más sutil que el éter, no está al alcance de los sentidos. Mi espíritu es el Crédito, y para manifestarse no necesita cuerpo.
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Anna L. Strong sobre Stalin

Anna Louise Strong 1913

 

Hace algunos años, cuando, por primera vez, almorcé con el presidente Roosevelt, que acababa de tener una entrevista con H.G. Wells, me di cuenta que el tema que más le interesaba sobre la Unión Soviética era el relacionado con la personalidad de Stalin y, en particular, la técnica del gobierno de Stalin. Era un interés natural, y creo que el tema interesa a la mayoría de los estadounidenses. El creciente prestigio de Stalin, durante los últimos veinte años, tanto dentro de la Unión Soviética como más allá de sus fronteras, merece, realmente, la atención de todas las personas que se preocupan por la política.

Sin embargo, la prensa estadounidense da muestras de su total ignorancia respecto a Stalin, al referirse, como lo hace frecuentemente, «al enigmático representante del Kremlin«. Se ha recurrido a todo tipo de pérfidas insinuaciones y caricaturas tendenciosas para crear la leyenda de un dictador astuto y sanguinario, que pretendía sumir al mundo en el caos y en la guerra, con el fin de que una cosa que denominan «bolchevismo» pudiese alcanzar el triunfo. Este cuento absurdo está destinado a ser destruido en breves. Nació, de hecho, de que la mayor parte de los escritores norteamericanos no estaban dispuestos a hacer un poco de esfuerzo para comprender la Unión Soviética y de que, por otro lado, el propio Stalin se mantenía inaccesible a la mayoría de los periodistas extranjeros. Personas a las que se les abrían las puertas de los lugares más altos del mundo y que podían conversar amigablemente con Winston Churchill, Adolf Hitler, Benito Mussolini, Franklin D. Roosevelt y hasta con Chiang Kai-Shek, se sentían profundamente irritadas al serles negada una entrevista con Stalin.

La verdad, sin embargo, era que Joseph Stalin estaba demasiado ocupado realizando una tarea para cuya realización nada podrían contribuir ni los contactos personales con los extranjeros ni la publicidad. Su tarea, como presidente de un Partido Demócrata, consistía en organizar el partido dominante y, a través de él, todo el país. Desde que comenzó la guerra germano-soviética, Stalin se convirtió en jefe del ejército y del gobierno. Ahora puede recibir un mayor número de extranjeros. Empezó muy bien con Harry Hopkins y W.Averell Harriman. Ambos, al parecer, quedaron fuertemente impresionados. Y entiendo el hecho porque yo también hablé con Stalin. La leyenda del dictador inaccesible morirá a la luz de las impresiones que de él se estaban formando los norteamericanos e ingleses destacados. Y no sería difícil que llegásemos a oír hablar de Stalin como «el más democrata del mundo», según lo describió, en cierta ocasión, un escritor soviético.

Cuando hablé con Stalin, no encontré que fuese un hombre enigmático. Me pareció una persona con quien es muy fácil mantener contacto. Es el mejor presidente del comité que conocí en toda mi vida. Posee el don de dar a conocer los puntos de vista de cada uno y saber combinarlos en un tiempo mínimo. Su método de dirigir un comité me recuerda a Jane Addams, de Hull House o Lillian D. Wald, de Henry Street Settlement. Poseín la misma técnica eficaz y democrática, aunque recurriesen a una presión mayor que Stalin.

Aunque haya sido inaccesible para los extranjeros, con raras excepciones, esto no significa que viviese aislado, en una especie de torre de marfil del Kremlin. Cerca de doscientos millones de personas lo mantenían ocupado. Con muchas se entrevistaba. No siempre eran miembros del Partido. Una campesina que había superado el récord de ordeño; un científico que había desintegrado el átomo; un piloto que había volado hasta los Estados Unidos; un minero que había inventado un nuevo proceso de trabajo; un obrero que se enfrentó a un problema de alojamiento; un ingeniero con dificultades nacidas de una nueva situación; toda persona que representase un triunfo notable o un problema típico, podía ser invitada a intercambiar impresiones con Stalin. De esa manera, obtenía información y se mantenía en contacto con el ritmo del país.
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Ucrania: El Donbáss y la destrucción del modelo liberal-oligárquico

Alberto Cruz

CEPRID

La importancia de lo que ocurre en Ucrania es vital no sólo para los pueblos de Europa sino para los del resto del mundo. Ante la vuelta del fascismo, alentado por EEUU y la UE, ha aparecido un frente claramente antifascista y anti neoliberal-oligárquico que, si triunfa, será la esperanza de los pueblos.
Con la llegada de los filonazis al poder en Ucrania se ha abierto un periodo político muy peligroso en el mundo. Por primera vez desde la II Guerra Mundial un gobierno tiene representantes de partidos fascistas como ministros y viceministros en áreas tan importantes como Fuerzas Armadas, Seguridad Nacional (Policía), Educación y Agricultura.
El nuevo presidente, Piotr Poroshenko, mantiene en su totalidad a los integrantes del gobierno de la junta filonazi de Kiev –y uno y otros cuentan con la protección y reconocimiento de EEUU y la UE- y uno y otros, día tras día, repiten hasta la saciedad que van a luchar “contra la ocupación rusa”. Su carácter nazi se manifiesta tanto en los símbolos y banderas que exhiben como en sus declaraciones, como las del primer ministro Arsenly Yatsenyuk (no se olvide, el preferido de EEUU), calificando a los pobladores del Donbáss rebelde como “subhumanos” (1). Este término es abiertamente nazi, el mismo que en 1941 utilizó Hitler (Untermensch) para sustentar toda la teoría nazi sobre la “gente inferior” y que, por lo tanto, podría ser eliminada. Lógicamente, Yatsenyuk está diciendo que todo tipo de violencia contra los resistentes del Donbáss es permisible.
¿Sorprendidos? Pues hay más: la Agencia de Bienes Inmobiliarios de Ucrania anuncia que la tierra del Donbáss será asignada gratuitamente a los miembros de los servicios especiales del Ministerio del Interior y del Ejército que están luchando contra los federalistas de Donetsk y Lugansk (2). Exactamente lo mismo que hizo Hitler al impulsar el Lebensraum, el espacio vital hitleriano que se sustentaba en la entrega de “tierras gratuitas” de los territorios conquistados.
¿Por qué el énfasis en las tierras? Porque se copian, paso a paso, las políticas desarrolladas por el nazi por excelencia de Ucrania, Stepan Bandera, durante la II Guerra Mundial y que se sustentan en aprovechar las tradiciones del segmento reaccionario de la población de Ucrania para obtener el control de una tierra que ha sido considerada como “el granero de Europa”.
La diferencia entre el ahora, 2014, y el antes, 1941-1945, es que el avance nazi no va acompañado de la presencia de tropas extranjeras –entonces de Alemania y sus aliados- aunque la naturaleza coercitiva de la junta de Kiev está fuera de toda duda. Al igual que entonces los nazis despojaron a la población de la Ucrania ocupada (que formaba parte de la Unión Soviética) de todos los derechos civiles, ahora se hace lo mismo con los adversarios de la integración en la Unión Europea y se les acusa de separatistas y terroristas. De hecho, ya han abandonado el Donbáss 110.000 personas, según ha tenido que reconocer la parcial ONU. Y, como entonces, vemos una relación simbiótica entre los fascistas y el gran capital. Los oligarcas ucranianos financian de forma abierta a los nazis. Como caso más paradigmático está el de Igor Kolomoisky, propietario entre otras cosas del Privat Bank (algunas de sus oficinas fueron quemadas en Donetsk (3) en el mes de mayo tras la celebración del referéndum de autodeterminación), que está financiando la formación de escuadrones de la muerte como el llamado “Batallón Azov” –formalmente integrado en el Ministerio del Interior y que luce entre sus emblemas símbolos que utilizaron las tropas nazis que ocuparon Ucrania durante la II Guerra Mundial- que se ha distinguido por su crueldad contra la población civil de Mariupol, Krasnu Luch, Slavianks, Shastye y Stanitsa Luganskaya, entre otras ciudades. Este oligarca, impuesto por la junta filonazi de Kiev como gobernador de Dnepropetrovsk, también está relacionado con la matanza de Odesa y ha dicho públicamente que “acabará con los separatistas de todos los modos”. Uno de esos modos es, aparte de las matanzas, el ahogo financiero puesto que desde su banco se limita y/o congela los ahorros de los clientes del Sur y del Este de Ucrania y otro es amenazar con el despido –también es propietario de minas y empresas siderúrgicas- a los trabajadores que secunden las protestas contra Kiev (4).

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India: Reaparece la revista maoísta “People´s March” – Editorial

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Con gran alegría hemos recibido la noticia, a través de los camaradas del Comité
Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India
http://icspwindia.wordpress.com/, de que ha aparecido un nuevo número de la revista  maoísta india “People´s March” (La Marcha del Pueblo), volumen 13, Junio 2014,  prohibida por el régimen fascista de la India.

Este nuevo número incluye:
-Editorial
-El PC de la India (Maoísta) sobre los resultados de las elecciones
-Entrevista al Camarada Abhay
-El veredicto de Modi
-Una reflexión profunda sobre el partido AAM Admi
-Llega Otro 1º de Mayo. Declaración conjunta de partidos y organizaciones maoístas
-El camarada S.A. Rawoof
-Las revelaciones de Snowden
-El Profesor Saibaba detenido
-Irak: entramado de conflictos
-La emboscada de Tongpal

Presentamos a continuación el Editorial de este último número de “People´s March” que  Gran Marcha Hacia el Comunismo hemos traducido al español:

EDITORIAL
UN NUEVO INICIO EN TIEMPOS DE GRANDES RETOS
Bajo un intenso ataque por parte del Estado indio, incluida la prohibición, detenciones e incluso  el asesinato de sus colaboradores editoriales, People´s March (La Marcha del Pueblo) se vio  forzada a suspender la publicación durante los últimos años. Pero la voz de la revolución no  puede, no debe, ser silenciada. Con este número, iniciamos la publicación del People ´s March  digital. Continuaremos con nuestra misión de contribuir a la perspectiva maoísta sobre asuntos y  acontecimientos internacionales, llevando los puntos de vista y noticias de la revolución india a  una mayor audiencia.
El mundo se encuentra en una gran agitación. El imperialismo permanece en crisis. En país tras  país, los oprimidos y explotados se alzan en rebelión. Buscan una salida, el camino de la  liberación. Todavía, el mensaje maoísta, la resolución científica, está presente sólo débilmente.  Y ahora tiene la tarea adicional de combatir las nuevas gamas del revisionismo que han  emergido en su campo. El fortalecimiento de los nuevos medios de comunicación maoístas y su  difusión es, por tanto, una necesidad apremiante.
En la India, los fascistas brahamánico-hindúes han alcanzado al poder. Las clases dominantes,  dirigidas en particular por el imperialismo norteamericano, están preparando una embestida  contra el pueblo a fin de presionar de forma agresiva la venta del país. Esto significa un mayor  desarrollo y ampliación brutales de la Guerra Contra el Pueblo iniciada por el Gobierno de la  UPA liderado por el Partido del Congreso. Pero esto no es todo. Ahora será alimentado de forma más agresiva y explícita con el veneno del patrioterismo brahmánico indio; antipopular, castista, comunal y expansionista en cada poro, busca legitimar su contenido reaccionario y sus  actos fascistas bajo la ficción del “desarrollo”, aprovechándose de las ilusiones de la clase  media de mantener el status de superpotencia. Mientras el foco y peso de este ataque será contra  el movimiento maoísta, su extensión abarca a todos los opositores y distintas formas de vida.
Por tanto, se plantea la tarea de unir a todas las fuerzas revolucionarias y democráticas en una  amplia lucha contra el régimen de Modi. Su centro debe ser la lucha tenaz para establecer una  nueva sociedad libre del imperialismo y la reacción, la guerra popular prolongada dirigida por el  Partido Comunista de la India (Maoísta). Esta revista se esforzará por proporcionar un vehículo  vital entre este centro y el extenso abanico de fuerzas que deben unirse. Abordará los asuntos  planteados por la resistencia, involucrarse con puntos de vista opuestos en el espíritu de buscar  una mayor claridad y hacer frente a la ofensiva ideológica de los gobernantes.
Las condiciones de represión que nos forzaron a cesar la publicación continúan plenamente.  Está abocada a aumentar, dada la disposición fascista de los nuevos gobernantes. Por tanto, esta  revista se publicará electrónicamente, trimestralmente. Llamamos a todos nuestros lectores a  aunar fuerzas y asegurar una distribución amplia de este “People´s March” electrónico para que  llegue a una extensa audiencia. Podéis ayudar a través de la publicación de enlaces o  imprimiendo ejemplares.

Para pedidos de este número de “People´s March” escribir a: csgpindia@gmail.com

 

Extraído del blog granmarchahaciaelcomunismo.wordpress.com

La Batalla de Argel / La battaglia di Algeri

Una producción franco-argelina (1966) dirigida por Gillo Pontecorvo que refleja las circunstancias que rodearon a la guerra de independencia de Argelia. Pontecorvo trató de ser lo más fiel posible a la realidad y por ello rodó el film integramente en Argelia y contó como protagonista con Saadi Yacef, uno de los líderes del FNL.

Prohibida en decenas de países y censurada en casi todos. El magnum opus de Pontecorvo no se conmociona con el falso humanismo burgués ni cede al vértigo infanto-militarista del izquierdismo. Con una dirección genial y con unos actores tan hábiles que muchos espectadores creerán que se trata de un documental, nos sumergimos en una de las más sangrientas revoluciones de la historia y somos obligados a posicionarnos de un lado de esta brutal barricada, opción que los oprimidos nunca tuvieron. Ninguna otra narrativa cinematográfica describe de forma tan vivida y detallada la revuelta de los pueblos colonizados.

La teoría materialista del conocimiento

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La variedad infinita y la unidad infinita de la materia y sus funciones

En lo concerniente a la materia se puede decir que es tan infinitamente variada como infinitamente única. En lo referente a la unidad de la misma, los químicos y físicos se aproximan cada vez más en la actualidad a conocerla, gracias a la descomposición de diferentes partículas iguales. Vemos, por otra parte, cómo esa materia única se combina de infinitos modos, en diferentes cuerpos. No sólo la naturaleza contiene una cantidad ilimitada de cuerpos diferentes, sino que el hombre añade otros aún fabricándolos con la ayuda de la química. Lo dicho para la materia podemos aplicarlo igualmente para el movimiento; el cual está indisolublemente unido a la primera. También el movimiento es único e infinitamente variable y múltiple. Desde el más sencillo movimiento local hasta el pensamiento hay una gama infinitamente variada de formas de actividad de la materia.

Relaciones del pensamiento con la realidad

Se nos presenta ahora la siguiente cuestión fundamental: la de las relaciones del pensamiento con la realidad. Se puede plantear la cuestión del modo siguiente: ¿Percibimos las cosas como son en sí? ¿Podemos captar la “esencia” de las cosas, o solamente los “fenómenos”? O de otro modo: ¿La realidad puede tomarse? Y en este caso: ¿Por completo o solo parcialmente? ¿El pensamiento es susceptible de conocer las cosas de un modo ilimitado o existen límites al conocimiento de las cosas, límites en la naturaleza misma del pensamiento? Y finalmente, hay todavía una cuestión derivada de la primera, que es la siguiente: ¿Existen características de la realidad de las cosas? ¿Cuáles son estas?

El punto de vista idealista

Comencemos por exponer las objeciones que opone la concepción idealista a la afirmación según la cual podemos conocer las cosas tales como son en realidad. Según la concepción idealista, no es posible conocer la esencia de las cosas ya que todo conocimiento sólo puede verificarse mediante el pensamiento y se obtiene por él. Ahora bien; el pensamiento no toma las cosas como son en sí, sino solamente transformándolas por él. El pensamiento es un instrumento, y como todo instrumento, modifica la materia sobre la que opera. Al igual que el alfarero transforma el barro que trabaja, dándole determinada forma, también el pensamiento transforma las cosas que quiere conocer. A esto se podría objetar: nosotros conocemos las cosas tal como son en sí, si hacemos caso omiso de la forma que les da el pensamiento. Pero si suprimimos esta forma, quedan las cosas fuera de éste. Por consiguiente, el dilema, la contradicción es la siguiente en apariencia: o bien quedan las cosas fuera del pensamiento, en cuyo caso no pueden ser conocidas, o bien suceden en el pensamiento, y entonces son transformadas por él, de tal modo, que en ningún caso podemos conocerlas como en realidad son. Tal es el punto de vista de la concepción idealista.

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El movimiento de pioneros como problema pedagógico

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Hemos dicho más de una vez que la escuela y el movimiento de pioneros tienden a un mismo fin: hacer del niño combatiente y constructor del nuevo régimen… La finalidad del movimiento de pioneros es educar una nueva juventud que lleve a término la construcción del socialismo y del comunismo. Construir el socialismo no significa únicamente elevar la productividad del trabajo y desarrollar la economía. Una economía social altamente desarrollada no es más que la base, el fundamento, que hace posible el bienestar general. La esencia de la construcción del socialismo reside en una organización nueva de todo el tejido social, en un nuevo régimen social, en nuevas relaciones entre los hombres. Queremos construir una vida holgada y al mismo tiempo luminosa.

Si es preciso reeducar a la población adulta en el espíritu del socialismo, con más motivo se debe educar a la joven generación en él. ¿Qué es la educación en el espíritu del socialismo? Vladímir Ilich explicó que era este nuevo espíritu con palabras muy sencillas en la conferencia de obreros y soldados sin partido: “Antes se decía: «Cada uno para sí y Dios para todos», cuánto dolor produjo esto. Nosotros decimos: «Cada uno para todos y, de un modo o de otro, nos pasaremos sin Dios».

Estas palabras no fueron dichas en torno a los problemas de la educación, pero, a mi juicio, dan una orientación clara al problema educativo de nuestro tiempo. Hay que hacer de los niños colectivistas. ¿Cómo conseguirlo? He ahí un serio problema pedagógico.

La burguesía educa de distinta manera a los hijos de los trabajadores y a los hijos de los terratenientes y capitalistas. De los primeros trata de hacer sumisos esclavos, y de los segundos, jefes. Cuando se trata de los hijos de los trabajadores, procura impedir el desarrollo de la personalidad del niño; todos los métodos de educación están enderezados a hacer de los niños seres sin personalidad, pasivos, pero si eso no se logra con algunos muchachos, entonces se les destaca, contraponiéndolos a los demás, con el fin de convertirlos en fieles servidores de la burguesía. En lo que atañe a los hijos de las clases dominantes se aplican otros métodos de educación. La burguesía trata de hacer de ellos individualistas que se contrapongan a la masa, a la colectividad, y sepan dominarla.

La educación soviética está orientada a desarrollar las aptitudes de todos los niños, a elevar su actividad, su conciencia y a robustecer su personalidad, su individualidad. Por eso, nuestros métodos de educación son distintos que los de la escuela nacional burguesa, y se diferencian radicalmente de los métodos de educación de los hijos de la burguesía. La burguesía procura hacer de sus hijos individualistas que ponen su “yo” por encima de todo y se contraponen a la masa. Nosotros procuramos hacer de nuestros hijos personas multifacéticamente desarrolladas, conscientes y sanas de cuerpo, que no sean individualistas, sino colectivistas, que no se contrapongan a la colectividad, sino que constituyen su fuerza y acrecienten su importancia. La educación comunista emplea otros métodos. Estimamos que la personalidad del niño sólo puede desarrollarse plena y multifacéticamente en la colectividad. La colectividad no absorbe la personalidad del niño, pero influye en la calidad y el contenido de la educación.
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