A continuación presentamos a seis de las mujeres bolcheviques más prominentes. Para no hacerlo demasiado extenso, detallamos sólo algunos de los aspectos más destacados de sus vidas.
Inessa Armand (1875-1920)
Inessa Armand nació en París, en 1875. A los 18 años se casó con Alexander Armand, un rico industrial, pero tras 10 años y cuatro hijos, le dejó para irse a vivir con su hermano, Vladimir, con quien tuvo un quinto hijo. Conservó la amistad con su marido durante el resto de su vida, éste mantuvo a todos sus hijos y financió sus actividades revolucionarias.
La cuestión de la mujer la atrajo al socialismo. Creía que era derecho de toda mujer buscar la realización personal y tener una vida socialmente útil. Armand explicó más tarde a su hija Inna, que había adquirido tempranamente «la fuerte determinación de no llegar a ser completamente femenina, sino continuar siendo una persona normal«(1). Se concentró primero en la situación de las prostitutas, viéndolas como una metáfora de la opresión de las mujeres.
En 1903 Armand se hizo marxista. Como relató en 1908, en una carta a su marido: «El hecho es que, en primer lugar, recorrí este camino más tarde que otros. El marxismo no fue una fantasía de la juventud para mí, sino la conclusión de una larga evolución de derecha a izquierda. …este último año, tan reaccionario [1907], que pasé entre el proletariado… me hizo más firme«.(2)
Hasta 1905, había sido detenida tres veces y había cumplido más de seis meses de prisión. En 1907, fue exiliada a Arcángel. Vladimir la siguió hasta allí, pero en 1909 contrajo tuberculosis y se fue a Suiza. Inessa escapó para cuidar de su amante enfermo, pero murió dos semanas después de su llegada.
Después de un período de estudio en Bruselas, se trasladó a París, donde se unió al pequeño grupo de bolcheviques reunidos alrededor de Lenin. Rápidamente se convirtió en una estrecha colaboradora de de Lenin y Krupskaya.
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