Archivo por meses: mayo 2017

John Reed, escritor y soldado de la revolución

 

La grandeza de John Reed reside fundamentalmente en la actitud que asumió ante la lucha proletaria universal y en el contenido revolucionario que supo prestar a toda su obra periodística y literaria. Como subraya Egon Erwin Kisch, en un ensayo sobre el autor de los «Diez días que estremecieron al mundo«, «la declaración tendenciosa de que la verdad reside en el término medio o que no hay verdad absoluta, no ejerció ninguna influencia sobre él. Desde los primeros momentos, Reed comprendió de qué lado estaba realmente la verdad. Y, sin vacilar ni un sólo instante, se colocó resueltamente a su lado«.

Como periodista y escritor, John Reed siempre ha defendido intransigentemente la causa de los pueblos oprimidos por el imperialismo angloamericano y siempre defendió con ímpetu la causa de la paz y del socialismo, bandera de la lucha del proletariado internacional.

Periodista de renombre, cuya colaboración era disputada por los mayores órganos de la prensa norteamericana, abandonó el falso brillo de una carrera burguesa para integrarse cada vez más en el movimiento revolucionario.

Ya en su primer libro de cierta envergadura, Reed revela una comprensión exacta de las causas de la revolución mexicana liderada por Pancho Villa, ya que en los cinco meses que pasó en México, supo identificar su pensamiento con las aspiraciones de un pueblo oprimido por el imperialismo yanqui. En esa época escribe la historia «Mac, el americano«, en la que el escritor estadounidense hace una crítica implacable de las relaciones entre los «yankis» y los pobres «nativos» de los países dominados por ellos económica y políticamente. De vuelta a los EE.UU., fue arrestado durante una huelga textil por protestar contra las arbitrariedades de la policía.

En prisión escribió «El hotel del Sheriff Radcliffe«, denunciando el sistema penitenciario estadounidense. Ese folleto causó sensación. Desde entonces, no cesó jamás la militancia política del escritor; que pasó a desarrollar, a través de conferencias y artículos, una intensa campaña contra la «Standard Oil Company«, por el hecho de que esta empresa había ordenado asesinar a varios huelguistas en los pozos de petróleo de Bayona y Colorado.
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Stalin sobre el «testamento» de Lenin

 

Hablemos ahora del “testamento” de Lenin. Los oposicionistas han gritado aquí –vosotros lo habéis oído– que el Comité Central del Partido ha “ocultado” el “testamento” de Lenin. Como sabéis, esta cuestión se ha examinado varias veces en el Pleno del C.C. y de la Comisión Central de Control. (Una voz: “Decenas de veces”.) Se ha demostrado y vuelto a demostrar que nadie oculta nada, que el “testamento” de Lenin iba dirigido al XIII Congreso del Partido, que este “testamento” fue leído en el Congreso (Voces: “¡Así es!”), que el Congreso decidió por unanimidad no publicarlo, porque, entre otras cosas, el propio Lenin no lo quiso ni lo pidió. La oposición sabe todo esto tan bien como todos nosotros. Y, no obstante, tiene la desfachatez de declarar que el C.C. “oculta” el “testamento”.

Si no me equivoco, del “testamento” de Lenin nos ocupamos ya en 1924. Existe un tal Eastman, en tiempos comunista norteamericano y expulsado después del Partido. Este señor, luego de codearse en Moscú con los trotskistas y de reunir algunos bulas y habladurías sobre el “testamento” de Lenin, marchó al extranjero y publicó un libro titulado “Después de la muerte de Lenin”, donde no regatea colores para difamar al Partido, al Comité Central y al Poder Soviético, y en el que todo lo basa en el supuesto de que el C.C. de nuestro Partido “oculta” el “testamento” de Lenin. Como el tal Eastman estuvo en tiempos relacionado con Trotski, los miembros del Buró Político invitamos a Trotski a que se desolidarizara de Eastman, quien, al agarrarse a Trotski y remitirse a la oposición, hacía a Trotski responsable de las calumnias dirigidas contra nuestro Partido a propósito del “testamento”. Dada la diafanidad de la cuestión, Trotski, en efecto, se desolidarizó de Eastman con la correspondiente declaración en la prensa. La declaración fue publicada en septiembre de 1925, en el núm. 16 de “Bolshevik”.

Permitidme que lea el lugar de este artículo de Trotski en el que se refiere a si el Partido y su C.C. ocultan o no el “testamento” de Lenin. Cito el artículo de Trotski:

En algunos pasajes del libro, Eastman dice que el C.C. ha “ocultado” del Partido documentos de excepcional importancia escritos por Lenin en el último período de su vida (se trata de cartas sobre la cuestión nacional, del llamado “testamento” y otros); esto no merece más calificación que la de calumnia vertida contra el C.C. de nuestro Partido*. De las palabras de Eastman puede deducirse que Vladímir Ilich destinaba a la prensa estas cartas, que tienen carácter de consejos sobre la organización interior. En realidad, eso es completamente falso. Vladímir Ilich, desde su enfermedad, dirigió más de una vez a los órganos directivos del Partido y a su Congreso proposiciones, cartas, etc. Todas estas cartas y proposiciones, naturalmente, siempre fueron transmitidas, puestas en conocimiento de los delegados al XII y al XIII Congresos del Partido y siempre, claro está, ejercieron la oportuna influencia en las decisiones del Partido; y si no todas estas cartas fueron publicadas, ello se debe a que su autor no las destinó a la prensa. Vladímir Ilich no dejó ningún “testamento”, y el mismo carácter de su actitud hacia el Partido, así como el carácter del mismo Partido, excluyen la posibilidad de tal “testamento”. Con el título de “testamento”, en la prensa burguesa y menchevique extranjera y de la emigración se menciona, por lo común (adulterándola hasta dejada desconocida), una de las cartas de Vladímir Ilich, que contiene consejos en punto a organización. El XIII Congreso del Partido estudió con la mayor atención esta carta, igual que todas las demás, y extrajo de ella las conclusiones propias de las condiciones y circunstancias del momento. Todas las disquisiciones sobre un “testamento” ocultado o infringido son un infundio malintencionado y están dirigidas por entero contra la verdadera voluntad de Vladímir Ilich* y los intereses del Partido que él creó”. (v. el artículo de Trotski “Acerca del libro de Eastman “Después de la muerte de Lenin””, “Bolshevik”, núm. 16, 1 de septiembre de 1925, pág. 68). * Subrayado por mí. J. St.

Me parece que está claro. Esto lo escribe Trotski, y nadie más que él. ¿Con qué fundamento Trotski, Zinóviev y Kámenev hablan por los codos ahora, afirmando que el Partido y su C.C. “ocultan” el “testamento” de Lenin? Se “puede” hablar por los codos, pero hay que tener sentido de la medida.
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Breve historia económica de la URSS

 

El siguiente artículo fue escrito por Tatiana Khabarova el 29 de febrero de 2000 para la revista «North Compass«, la cual no publico.

 

¿Cuál habría sido el curso de los acontecimientos en la URSS si hubiera ocurrido en el país una verdadera restauración, y no virtual, del régimen burgués?

Una verdadera restauración del capitalismo, incluso, aunque fuera de forma parcial, sólo podía ocurrir por un motivo: si las relaciones de producción socialistas se revelasen, en un principio, incapaces de garantizar el ascenso ulterior de las fuerzas productivas de nuestra sociedad, y fuese objetivamente necesario recuperar ciertos elementos de la base de la propiedad privada para asegurar el progreso de las fuerzas productivas.

En nuestro país se produjo una situación similar en el período de la NEP de Lenin.

¿Cuál fue el elemento de la base de la propiedad privada que necesitó la economía socialista, entonces en formación? Fue las relaciones monetario-mercantiles o relaciones de valor. Dado que en aquella época aún se desconocía la forma de manifestación y acción de la ley del valor en la sociedad socialista, fue necesario retroceder temporalmente a las relaciones monetario-mercantiles en su forma capitalista «habitual».

Este retroceso estratégico se efectuó bajo el control total del Estado proletario y rápidamente produjo los frutos esperados, es decir, la reanimación general de las fuerzas productivas y, sobre esta base, una cierta estabilización política.

Sin embargo, no se deben exagerar los logros de la NEP. En un principio, la NEP no podía resolver ninguno de los problemas que se le planteaban a la Rusia Soviética, en la vía de desarrollo SOCIALISTA que había sido elegida. Todo lo que pudo hacer fue recuperar el 75%, frente al nivel de 1913, de la industria rusa que había sido destruida por la guerra imperialista, por la gestión disparatada de los «demócratas» de entonces (Gobierno Provisional), por la revuelta de los guardias blancos y de la intervención extranjera. La industria sólo comenzó a sobrepasar el nivel de 1913 con el lanzamiento de la industrialización socialista, en 1926. La producción mercantil de cereales, en 1927, apenas representaba la mitad de la producción anterior a la guerra. En 1929 fue necesario introducir el sistema de abastecimiento por señas en una serie de productos alimenticios y bienes de consumo esenciales.
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50 Aniversario de Naxalbari, inicio de la Revolución Naxalita

 

La Red de Blogs Comunistas (RBC) está comprometida con la difusión y solidaridad con la Guerra Popular en la India y el Movimiento Naxalita. Por ello, publicamos a continuación el texto (traducido del original por Nuevo Perú) del camarada Varavara Rao, escritor maoísta y líder de la Asociación de Escritores Revolucionarios, acerca del 50 Aniversario del inicio de la Revolución Naxalita en Naxalbari (que se celebra el 23 de mayo), germen de la Guerra Popular Revolucionaria dirigida por el PCI (maoísta) en la India, considerada por el gobierno de Delhi como la mayor amenaza para la seguridad del país, es decir, para los intereses del capital local y multinacional y de la oligarquía hindú.

Fue el 25 de mayo de 1967 cuando se produjo en Naxalbari la ocupación de tierras por los campesinos desposeídos y se declaró el derecho a cultivarlas, dando muchos de ellos sus vidas para protegerlas contra la brutal intervención de las fuerzas armadas estatales, siendo aquel el punto de inicio de la conocida Revolución Naxalita que sigue hoy, bajo la dirección del PCI (maoísta), poniendo en jaque al gobierno fascista-capitalista de la India, bajo la dirección del PCI (maoísta).

La Red de Blogs Comunistas se une a la celebración del 25 de mayo, Aniversario del inicio de la Revolución Naxalita, del Movimiento Naxalbari,

 

!Viva el la Revolución Naxalita!
!Viva la Guerra Popular de la India!

!Gloria a los mártires de Naxalbari!

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En la India el levantamiento armado revolucionario de los campesinos de Naxalbari, del que se cumplen 50 años, se inspiraba en la Gran Revolución Cultural Proletaria China. Naxalbari fue un acontecimiento clave en la historia bajo el liderazgo de Com. Charu Majumdar – uno de los dos grandes líderes, maestros y fundadores del PCI (Maoísta), junto con Kanhai Chatterjee, acontecimiento que marcó un nuevo comienzo en la historia de la revolución democrática del país”.

«En la India, el levantamiento armado revolucionario campesino de Naxalbari, que cumplirá su 50° aniversario – fue influenciado e inspirado por la Gran Revolución Cultural Proletaria de China. Naxalbari fue un acontecimiento que abrió brecha bajo el liderazgo del C. Charu Majumdar – uno de los dos grandes líderes, maestros y fundadores del CPI (maoísta, C. Charu Majumdar y Kanhai Chatterjee – que marcó un nuevo comienzo en la historia de la revolución democrática del país «.
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!Por la patria! !Por Stalin! De la historia de las protestas políticas en la URSS

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La Red de Blogs Comunistas (RBC) ha traducido un texto escrito por Lavrentiy Gurdzhiyev sobre la historia de las protestas políticas en la Unión Soviética, en concreto acerca de los disturbios de los trabajadores del Caúcaso a favor de Stalin después del XX Congreso del PCUS, cuyas mentiras sirvieron de cortina de humo para dar paso a las reformas antisocialistas que los jruschevitas fueron aprobando y que, aunque pasaron inadvertidas para muchas personas debido a la traicionera retórica marxista-leninista que ocultaba la degeneración procapitalista del país, si que provocó indignación en algunos sectores del Partido y entre la población adquirió a veces tintes de estallido.

El siguiente texto describe los acontecimientos en la capital de Georgia, Tbilis, en 1956 y en 1989, y los de Sumgaít, en Azerbaiyan, en 1963 y 1988, comparando las razones y objetivos que marcaron los disturbios en ambas fechas: en 1956 y 1953 la juventud y los trabajadores, imbuídos en el espíritu del estalinismo, lanzaban, entre otras, la siguiente consigna: “¡La patria socialista está en peligro!”; en 1988 y 1989, inflamados por la atmósfera enfebrecida de la Perestroika, gritaban: “¡Abajo el socialismo, abajo la Unión Soviética, abajo los comunistas!”.

El autor nos recuerda que fueron los que provocaron las protestas de finales de los cincuenta y principios de los sesenta del siglo XX, ahogándolas en sangre, los mismos que aplicaron políticas antisocialistas que fueron haciendo regresar a la URSS hacia el capitalismo y se alegraron, finalmente, de las protestas de finales de los ochenta, en el marco de la destrucción final del socialismo y el reparto del poder y la riqueza entre una minoría ya abiertamente burguesa.

 

 

¡POR LA PATRIA! ¡POR STALIN!

DE LA HISTORIA DE LAS PROTESTAS POLÍTICAS EN LA URSS, por Lavrentiy Gurdzhiyev
Traducido el 8 de abril de 2017 al inglés por Polina Brik, del American Party of Labor

Traducido al castellano de la versión inglesa por la Red de Blogs Comunistas (RBC)

En la actualidad, la mayoría de los comunistas soviéticos y extranjeros, y la izquierda en general, han llegado a la conclusión de que, desde mediados de la década de los 50, la línea revisionista y oportunista triunfó en la Unión Soviética y en el resto del campo socialista. A partir del XX Congreso del PCUS cabe distinguir en la historia de la URSS entre los periodos genuinamente soviéticos y los veladamente antisoviéticos. El carácter abiertamente antisoviético y anticomunista de la llamada Perestroika era ya manifiesto. La base ideológica y práctica de los revisionistas y oportunistas durante todos esos años fue un sucedáneo siniestro y camuflado del anticomunismo: el antiestalinismo, a veces declarado, otras encubierto, pero siempre inalterable.

La actuación de fuerzas contrarrevolucionarias, en ocasiones declaradas, solapadas otras, dentro de la Unión Soviética y del movimiento comunista mundial, ha sido ampliamente investigada por historiadores, economistas y periodistas de diferentes países, y es bastante conocida del público progresista. Lo que se ha estudiado mucho menos son los testimonios de resistencia popular e interna del Partido ante la oleada contrarrevolucionaria de Jruschev.
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Dos muertes

 

Moscú. Octubre de 1917.

 

Un cadete zarista se mueve por los tejados y dispara hacia la plaza soviética, matando a incautos transeúntes.

Una joven aparece en el Soviet de Moscú y anuncia que quiere ayudar a la revolución espiando a los cadetes. Un camarada, con un Mauser en el cinturón, le advierte con severidad que si los engaña, le dispararán; y si los blancos se enteran de que ella es una espía, también le dispararán. Pero ella insiste en llevar a cabo la misión. Ellos le dan un pase «rojo» y un falso documento en el que se dice que ella es la hija de un oficial que vive en Pokrovka.

Pasa el puesto de control, mostrando su pase, que luego esconde al moverse en territorio blanco. Los cadetes la rodean y la llevan a su academia/sede. Dice que su padre murió en la guerra con los alemanes y que sus dos hermanos están en destacamentos de cosacos. Está de voluntaria para trabajar como enfermera. Los cadetes la aceptan y le dan un té.

Uno de los cadetes se pone la ropa en mal estado de un trabajador que acaba de ser asesinado, incluyendo su chaqueta con un agujero de bala en el pecho. A continuación, se dispone a viajar a Pokrovka para verificar su historia. En Pokrovka encuentra a un hombre que le dice que allí sólo vivía una mujer burguesa. Que ha estado desaparecida desde la mañana… tal vez fuese arrestada.

De vuelta a la academia, los cadetes están rodeando a la mujer. Le dan sus dulces, tocan canciones en el piano, y le regalan flores. También se comprometen a deshacerse de esa horda grosera de rojos. Le dicen que están planeando, muy pronto, un ataque en el mercado de Smolensk.

A la mañana siguiente, de camino a la enfermería, la mujer se sorprende al ver a un trabajador con una camisa rosa de algodón yaciendo muerto en el suelo delante de una pared blanca,con un agujero de bala en la cabeza. «Un espía«, le dice un cadete.

Ella se pasa el día vendando heridas, y a la segunda noche, dice que tiene que ir a casa a mirar cómo están sus hermanas. Los cadetes se ofrecen para darle un escolta, pero ella se niega. De camino a casa, pierde el rumbo en la oscuridad, pasando por un edificio en llamas.
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Documental «Dos Siglos de Resistencia Obrera»

 

Dos siglos de Resistencia Obrera es un trabajo en el que se realiza un breve recorrido por la historia de la clase obrera en el Estado español, analizando algunos de los acontecimientos más relevantes.

La resistencia de nuestra clase al sistema de explotación capitalista cuenta con una larga tradición, de la que aquí solo podemos rememorar algunas pinceladas, a modo de ejemplos.

Este trabajo está inspirado en la agenda que elaboró el Socorro Rojo Internacional en 2016, donde bajo este mismo nombre, recogía todos estos hechos históricos.

Ante la total desinformación que sufrimos hoy en día, es necesario que conozcamos nuestro pasado. Un pasado de lucha y de conquistas, de sangre derramada por los derechos de la clase obrera, el cual debe de conocerse.

El documental es de libre uso, su elaboración está pensada para pueda ser proyectado en vuestras ciudades y barrios, haciéndoselo llegar a todos los trabajadores y trabajadoras que desconocen su pasado. Que no solo sirva de merecido homenaje a todas aquellas personas que dieron su vida por nosotros, sino que también pueda generar un interesante debate sobre la situación del movimiento obrero en la actualidad y la necesidad de organización del mismo.

Es hora de que la clase obrera se ponga al frente de todos los sectores populares y emprenda de nuevo la lucha contra el criminal sistema de explotación y de opresión que padecemos.

La obrera en la Rusia soviética

 

El siguiente texto de Inessa Armand se publicó en «Bulletin Communiste«, nº17, el 8 de julio de 1920. Firmó el artículo como Heléne Blonina. Inessa Armand fue dirigente del Departamento de la Mujer del Secretariado del Comité Central del Partido Bolchevique.

 

El poder soviético ha sido el primero en crear las condiciones en la que la mujer podrá coronar, finalmente, la obra de su propia emancipación.

En el curso de los siglos, ha sido esclava. Al principio, bajo el reino de la pequeña producción, lo fue de la familia; después, con el desarrollo del capitalismo, pasó a serlo por triplicado: en el Estado, en la fábrica, en la familia.

Ha sido así no solo bajo el régimen zarista, bárbaro y subdesarrollado, sino también en las «democracias» más «civilizadas» de Europa occidental y de América.

Bajo el régimen burgués se priva a la obrera de los escasos derechos políticos que se otorgan al obrero. En la fábrica, en el taller, está todavía más oprimida, más explotada que el obrero, porque el patrón usa su poder para oprimirla no solamente en su calidad de proletaria, sino también para infligirle todo tipo de ultrajes y violencia en tanto que mujer. Y en ningún sitio ni en ningún momento, la prostitución, el fenómeno más repugnante, el más odioso de la esclavitud asalariada del proletariado, se ha extendido tan escandalosamente como bajo el reino del capitalismo.

Las obreras, las campesinas, son esclavas en la familia no únicamente porque sobre ellas pesa el poder del marido, también porque la fábrica, que las arranca de su hogar familiar, no las libera al mismo tiempo de las preocupaciones de la maternidad y de la economía doméstica, con lo que transforma esa maternidad en una pesada cruz insoportable.
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¡Viva el Primero de mayo! Día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase

 

Tras el final del status quo pactado tras los acuerdos de Yalta, en 1945, después de la autodestrucción de la Unión Soviética en 1991 por parte de la clase que hoy gobierna la Federación Rusa, grandes movimientos geoestratégicos y de competencia económica global agitan el mundo. El capitalismo en su fase imperialista se reajusta, después del dominio unipolar por parte de Estados Unidos en los años posteriores a la desaparición de la Unión Soviética, y la cadena que ya definiera Lenin que forma el capitalismo global se rehace entre grandes convulsiones crecientes.

Por un lado, Estados Unidos intenta por todos los medios mantener su dominación, frente a las nuevas potencias capitalistas que le ponen en aprietos en la competencia por los recursos naturales y el control militar o económico de los países donde estos se encuentran; por otro, China y la Federación Rusa intentan hacerse con el control de los territorios donde Estados Unidos está en retroceso,tratando, como la República Popular, de ponerse al frente de la defensa del libre mercado o, como Rusia, implicándose militarmente en sus países aliados para asegurarse un buen lugar en la pole position de los graves conflictos que están por llegar.

La Unión Europea lucha por seguir la estela de estas potencias buscando, de momento, un equilibrio entre el apoyo a su antigua cabeza político-militar, Estados Unidos, pero sin quitar el ojo al resto de potencias, para mantenerse al acecho ante cualquier cambio.

Mientras tanto, esa brutal competencia económica también se expresa en la explotación de la fuerza de trabajo, cuyo coste en las antiguas potencias capitalistas es insostenible para ellos ante las condiciones ínfimas que tienen los trabajadores chinos o rusos, por no hablar de otras potencias emergentes como India o Brasil. Ante la necesidad, según la bárbara lógica capitalista, de competir entre ellos, en Estados Unidos y Europa la represión se acrecienta, intentando poner sobre la espalda de la clase obrera el coste de la lucha interimperialista entre los eslabones de la cadena capitalista.
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