
El movimiento de liberación de la mujer en Vietnam está indisolublemente ligado a las tareas generales de emancipación nacional y construcción del socialismo. El importante papel que tiene actualmente la mujer en la sociedad vietnamita, fue logrado en gran parte por la continuidad de tradiciones populares y condiciones históricas que han forjado la capacidad de lucha y participación femenina en la edificación y defensa del país.
Durante siglos, a lo largo del desarrollo y decadencia del sistema patriarcal, del feudalismo y del confucianismo, las mujeres vietnamitas habían permanecido encerradasen el ámbito doméstico-familiar, sin acceso a la educación, menospreciadas por la sociedad, mientras que su contribución a la producción agrícola y artesanal era duramente explotada y subvaluada.
Ho Chi Minh, fundador del Partido Comunista Indochino (PCI), fue el primer revolucionario que mostró a las mujeres de Vietnam una nueva alternativa para su liberación. El rehabilitar a la mujer en su papel histórico y despertar su toma de conciencia y militancia constituyó así una de las misiones básicas de los marxistas vietnamitas.
El programa político del PCI, dado a conocer en 1930, incorporó la igualdad entre el hombre y la mujer como uno de sus 10 puntos principales. Este documento registra, por primera vez en la historia de la lucha por la independencia de Vietnam, un llamado patriótico que está dirigido también a las mujeres y que aborda la cuestión de la igualdad de los sexos, lo cual no habían hecho los partidos nacionalistas de la pequeña burguesía durante la época colonial.
La revolución democrática y nacional que proponía el PCI alcanzaba a todas las capas de la población, ya que los objetivos de su lucha eran comunes a todo el pueblo: derrocar el colonialismo, acabar con el feudalismo, reconquistar la independencia y abolir las desigualdades sociales. El programa del PCI analizó también las condiciones de vida de las trabajadoras, obreras y campesinas y destacó su rico potencial revolucionario, el cual calificaba como una de las fuerzas esenciales del movimiento de emancipación nacional.
Así pues, una de las principales tareas de la revolución nacional vietnamita fue la de despertar la conciencia política de las mujeres y fomentar su participación activa. Esta era una concepción nueva para la época, ya que la mayoría de los militantes estaban todavía fuertemente influidos por el feudalismo y no aceptaban con facilidad el nuevo rol asignado a las mujeres. Además, muchos prejuicios contra las mujeres se basaban en el hecho real de su falta de preparación, ya que la mayoría no había recibido instrucción y la casi totalidad de las campesinas eran analfabetas. Por ello, fue más accesible la asimilación de las mujeres de las clases privilegiadas que habían tenido acceso a la educación y aprendían más rápidamente que las campesinas, las nuevas ideas de cambio.
Al principio, fueron, por lo tanto, pocas las mujeres obreras y campesinas que se integraron al movimiento revolucionario. Pero el PCI insistió en el carácter de masas que debía tener la revolución democrática-nacional y buscó el apoyo de todos los trabajadores, dado que la lucha de emancipación nacional incumbía a todo el pueblo, sin distinción de sexos. El PCI advirtió asimismo, cómo el objetivo de la movilización femenina dentro de burgués, pues quería aliviar no sólo su opresión más inmediata, sino darle una educación política seria que despertara su conciencia de clase y la hiciera adherirse a las organizaciones de la clase obrera.
En todos los organismos dirigentes del Partido, a la escala central y regional, se creó una comisión femenina encargada del trabajo político entre las mujeres y de su incorporación a las asociaciones campesinas y los sindicatos. Se debía luchar entonces por reivindicaciones femeninas concretas, tales como la prohibición de emplear mujeres en las jornadas nocturnas o los trabajos peligrosos, salario igual al del hombre, prestaciones de maternidad, etc.
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